Escuelas de la UNL participaron del Innovatón Solidario
El equipo conformado por un alumno de la EIS y una ex alumna de la ESUNL fue uno de los ganadores del evento que buscó generar ideas que propongan soluciones creativas e innovadoras a problemáticas actuales.
Entre el 15 y el 18 de junio pasado se llevó adelante el Innovatón Solidario UNL, un desafío virtual en equipos que se constituyó como un espacio para la generación de ideas que propongan soluciones creativas e innovadoras a problemáticas actuales.
Organizada por el Programa de Emprendedores de la Secretaría de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNL, en la competencia se destacó un fuerte componente de solidaridad y responsabilidad social, un compromiso por promover y contribuir, de forma activa y voluntaria, a mejorar la calidad de vida. En la instancia de Pitch Day, los equipos presentaron brevemente su idea/solución de impacto social ante el jurado.
Con el proyecto LiquidOK de fabricación de una mochila para el traslado de alimentos sociales líquidos, el equipo conformado por Francisco Yeroncich -ex alumno de la Escuela Primaria UNL y actual estudiante de sexto año de la Especialidad Mecánica Eléctrica de la Escuela Industrial Superior-, Lola Lesaint -egresada de la Escuela Secundaria de la UNL y estudiante de Relaciones Públicas- y Alex Lesaint -Operador de Comercio Exterior y Gestor en Logística Internacional-, resultó uno de los cuatro ganadores de la instancia del Innovatón Solidario.
Respuesta eco-confortable
LiquidOK se convierte en una respuesta eco-confortable que tiene como objetivo colaborar con instituciones y comedores comunitarios, quienes en medio de la pandemia debieron reconvertir sus servicios para atender la demanda social, lo que implica la entrega diaria de viandas y raciones en recipientes plásticos “que resultan poco ecológicos”, valoraron los miembros del equipo. La propuesta se inspiró en los elementos que utilizan los y las maratonistas para trasladar líquidos con comodidad.
“Las personas que asisten a las instituciones que entregan alimentos suelen recorrer largas distancias a través de distintos medios de transporte y los recipientes pueden presentar una dificultad ante la posibilidad de accidentes, pérdida de temperatura de la comida y condiciones climáticas adversas. Estos inconvenientes acarrean una gran problemática que es la incomodidad de estas personas a la hora de trasladar el alimento hasta sus hogares”, explicó Lola Lesaint.
Y detalló: “nuestra solución es una mochila reutilizable apta para el traslado de alimentos líquidos. Está compuesta por una bolsa interna extraíble que tiene una capacidad mínima de cinco raciones confeccionada con Peva, un material que mantiene la calidad de los alimentos y no daña la salud de las personas. La resistencia del material garantiza la seguridad durante el traslado y para su reutilización se puede lavar y esterilizar con agua caliente durante unos pocos minutos. El cobertor de esta bolsa es una doble tela que contiene en su interior un aislante de calor y su exterior es impermeable, que la protege de las distintas condiciones climáticas”.
“Las asas del cobertor son ajustables y regulables en función de la persona que la vaya a utilizar; además cuenta con un bolsillo para el traslado de objetos personales. Nuestra idea con este producto es que la UNL reemplace los actuales packaging desechables por esta mochila reutilizable. Además de la propuesta ecofriendly y la comodidad de nuestro producto hay un concepto clave, que es la retornabilidad porque funciona como si fuese un envase retornable. Esto genera un ciclo: una planta productora fabrica las bolsas, las traslada a la Planta de Alimentos de la Universidad Nacional del Litoral donde se coloca el alimento deshidratado y luego la UNL se encarga de distribuirla en los distintos comedores e instituciones de la ciudad. En dichos espacios los encargados tienen la tarea de colocar el agua caliente, montar la bolsa en el cobertor y repartirla entre las familias que se acercan a retirar los alimentos. La idea es que la bolsa vuelva a la planta productora para su limpieza, esterilización y acondicionamiento para nuevo uso y repetición de ciclo. De esta forma evitamos que las personas deban trasladarse con recipientes y a la UNL la necesidad de seguir entregando envases desechables, lo que genera una sinergia entre distintos actores sociales”, justificó Francisco Yeroncich.
“Paradójicamente debemos retroceder en nuestras prácticas para avanzar hacia un futuro saludable. Lo práctico también puede ser cómodo”, finalizó el equipo durante su intervención.
72 horas para una solución
La actividad consistió en un desafío virtual en equipos, donde se dispuso de 72 horas para idear y desarrollar un proyecto innovador que dé solución a alguna necesidad y/o oportunidad enmarcada en alguno de los ejes temáticos propuestos. Para ello se emplearon metodologías desarrolladas y validadas tras años de experiencia por el Programa Emprendedores de la UNL, sumando el acompañamiento de tutores y asesores de distintas disciplinas.
Desde la Dirección de Enseñanza Preuniversitaria y los equipos directivos de las escuelas de la Universidad Nacional del Litoral felicitaron y destacaron la participación de alumnos, alumnas, ex alumnos y ex alumnas de las instituciones en los espacios que brinda la universidad para el desarrollo de nuevos proyectos.
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