Para Trueno, su colaboración con Gorillaz "rompió con cualquier tipo de prejuicio"
El rapero argentino Trueno reveló detalles sobre su participación en el cierre del show de Gorillaz en el Quilmes Rock y sentenció que la colaboración «rompió con los prejuicios» y con la heredada tensión cultural que hay entre la Argentina y el Reino Unido desde la Guerra de Malvinas, gracias a la fuerza de un movimiento musical que hoy «está copando hasta los países más conflictivos con los cuales nos relacionamos».
«Gorillaz pegó cuando yo nací. Soy del 2002 y recuerdo haberlos visto en MTV, pero no escuchaba su música porque era muy chico. Sabía de la inmensidad de la banda, de lo que significa para el mundo, y fue hermoso que me hayan invitado a hacer un Freestyle», señaló en una entrevista con la agencia Télam sobre su épica intervención en el clásico «Clint Eastwood» con el que el grupo comandado por el inglés Damon Albarn cerró su show en el festival porteño.
El rapero encaró la invitación con desparpajo y confiado en su talento para las rimas: «Fue ir a divertirme con Damon y su banda, que son todos unos animales. Recién cuando me bajé del escenario, me encontré con mi viejo y con los pibes pude tomar dimensión de lo que había hecho y de lo importante que era para el país estar en esa canción».
«Yo supongo que la conexión se dio por su hija que escucha mi música y sabe español, pero fue algo repentino. Un día antes me dijeron de ir a probar sonido para hacer un Freestyle, entonces fui, chocamos los cinco, y después me subí al show y lo hicimos», resumió el músico, que subió a cantar después de otro invitado estelar como Vincent Mason, mundialmente conocido por su trío de rap De La Soul.
Frente a esta actualidad cada vez más ascendente de la música urbana argentina en el mundo, sostuvo que aún está «en total evolución» pero que «desde el 2015 hasta acá, picó para arriba en todo» ya sea desde «la música comercial, la música originaria de acá, el hip-hop y el reggaetón» porque «cada vez salen más talentos, interpretes y personalidades que ocupan cada uno su lugar junto a su gente» en contexto latinoamericano y mundial donde, subrayó, se percibe más «la movida de Argentina» y su movimiento «unido».
«Ser artista tanto en este continente como en cualquier lugar siempre es una pelea y una apuesta», reflexionó sobre los prejuicios que tuvo que derribar. «Al principio la gente veía lo que hacíamos como algo delictivo y sufríamos muchos prejuicios por está rapeando en una plaza. Desde que la policía nos venga a cortar porque hacíamos ruido, o que nos venga a pudrir el evento porque éramos 4 mil personas».
Y agregó: «Creo que la dimensión que tuvo la formó la gente que nos sigue, porque si no hubiera pasado hoy en día te aseguro que Duki, Paulo (Londra), Lit Killah y yo seguiríamos en el Parque Rivadavia. Es la gente la que nos llevó a donde nos llevó, y también porque tenemos algo más que decir que un contrapunto de ideas en una batalla de freestyle. Creo que es un camino de muchos años, de pelear por un género musical y un mensaje que nunca había sido visualizado antes por la prensa. Ni el código ni el mensaje del hip-hop había sido masivo acá en Argentina, y hoy en día lo estamos haciendo masivo por las nuestras y porque la gente se empieza a sentir identificada con nosotros».
Mateo Palacios Corazzina, tal el verdadero nombre de Trueno, lanzó hoy su segundo disco, «Bien o mal».
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