"Piano Bar" cumple 40 años
El 22 de septiembre de 1984, Charly García lanzaba su tercer disco con hits como “Demoliendo Hoteles”, “Promesas Sobre El Bidet” y “Raros Peinados Nuevos”.
Hace exactamente 40 años, un dia como hoy de 1984, Charly García lanzó “Piano Bar” y estuvo a la altura de las expectativas que él mismo había dejado altas con “Clics Modernos”, conformando un LP que cuenta con hits como “Demoliendo Hoteles”, “Promesas Sobre El Bidet” y “Raros Peinados Nuevos” y otras joyas como “No Se Va A Llamar Mi Amor” Y Tuve Tu Amor”.
La idea de “Piano Bar” venía dando vueltas en la cabeza de Charly desde hacía algún tiempo. De hecho, fue uno de los nombres tentativos de “Clics Modernos”, el cual se terminó decantando por su título debido al grafitti que se cruzó García en Nueva York, el cual también sirvió como portada.
Según el cantante, su concepto de piano bar moderno es “un lugar en el que la gente pide las canciones y el pianista nunca se niega, toca el ´Cumpleaños feliz´, un tema para una mesa y algunas canciones pop”. Para el músico, su tercer disco de estudio fue una vuelta a las canciones. El cantante se entregó al rock más directo y crudo, pero sin dejar de lado las sutilezas que lo transformaron en uno de los más grandes artistas de la música argentina.
En su tercer disco de estudio, García dejó atrás la prolijidad del clic y las cajas de ritmos de su trabajo anterior para abrazar un sonido más crudo. Cambió los samples de James Brown por las guitarras rockeras y las baterías con reverb por los golpes secos inspirados en “Born in the U.S.A” de Bruce Springsteen (el propio Charly admitió que ese disco le “rompió la cabeza”).
Para Charly, la evolución musical era una necesidad constante. “Todos sus discos son distintos”, señaló su colaborador, el reconocido Joe Blaney. En “Piano Bar”, ese cambio coincidió con un momento de asentamiento musical. “Me considero maduro” comentó García, “como persona más o menos, como músico sí, crecí mucho”.
El álbum también llegó en un momento en el que la industria comenzaba a reflexionar sobre los coletazos que había dejado el punk en la música años después de su caída. “Lo que se rescata ahora son las canciones -explicaba Charly-. El punk ayudó a bajar de Júpiter y la estratósfera, y los 10.000 sintetizadores y las capas y los monstruos tipo Rick Wakeman”. Y concluía: “Yo sigo usando sintetizadores, pero diferente”.
Otra de las diferencias entre “Piano Bar” y su anterior trabajo discográfico fue la importancia que tuvo su banda de acompañamiento. “Clics Modernos” es un disco concebido principalmente desde el estudio de grabación, en el que García grabó casi todos los instrumentos y los secuenciadores y las cajas de ritmo no daban mucho espacio para salirse del libreto.
En cambio, para “Piano Bar”, Charly había conformado lo que llamó “una de las mejores bandas que se han hecho en el rock argentino” que le permitió grabar en vivo, sin necesidad de hacer overdubs. Las bases del álbum se hicieron en apenas tres días en los estudios ION del barrio de Once, con una ejecución en vivo y prácticamente en una toma, lo que dotó a la placa de una energía y espontaneidad única.
El grupo estaba formado por G.I.T (Pablo Guyot en guitarra, Willy Iturri en batería y Alfredo Toth en bajo) más Fito Páez en teclados y coros. A la hora de entrar al estudio, ya venían de un año de gira juntos y sonaban muy bien.
Sobre el proceso de grabación, Willy Iturri contó que se paraban todos alrededor del piano, Charly decía: “Ahora vamos a grabar esto” y tocaba el tema y lo cantaba. Luego cada uno iba a su instrumento y hacía lo que tenía que hacer. García resumió: “Me preguntaban en qué tono, y yo les decía que tocaran lo que quisieran. Esa es, un poco, la forma de trabajar de Bob Dylan y de Elton John: ¿qué tocás? Lo que tenés que tocar”.
El cantante se ponía una vincha para que no se le salgan los auriculares y se movía para todos lados, mientras daba indicaciones cual director de orquesta endemoniado, arengaba a sus músicos y les avisaba con un gesto cuándo entraba el solo. “Piano Bar” es una obra maestra que se grabó en directo y en un tiempo brevísimo. “No te digo que todo quedó grabado en toma uno, pero las bases estuvieron en tres días”, aclaró Charly.
“La cosa era así, el que se equivoca, que se joda”, agregó Iturri sobre esas sesiones. De hecho, hubo un error que quedó en la placa final. Según explicó el propio Charly, en “Cerca de revolución”, el cual fue todo tocado en vivo en el estudio, “cuando se resuelve el solo hay alguien que sigue en el mismo tono y parece que se cayera el edificio. Pero la onda del disco daba como para que esos errores formaran parte de la cosa”.
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