“Responsabilizar a las juventudes por las fiestas clandestinas es el camino más fácil, pero el Estado sigue ausente para ellas y ellos”.
La diputada Gisel Mahmud se refirió a un tema que desde hace semanas ocupa los medios de todo el país: las fiestas clandestinas. En un momento sanitario que se complejiza por el aumento de casos de COVID-19, los jóvenes se organizan y arman fiestas convocando mediante las redes sociales al margen de las reglas vigentes. Cómo abordarlo y qué responsabilidad tiene el Estado.
En los nueve meses de pandemia que llevamos las juventudes fueron, junto a los adultos mayores, uno de los grupos que más sufrió las consecuencias de la crisis sanitaria, y desde hace algunas semanas es este grupo quien se encuentra en boca de todos dado el importante crecimiento de las reuniones y fiestas clandestinas a las que se convoca por redes sociales y tienen como objetivo el esparcimiento y la diversión, frente a la ausencia de propuestas reguladas para ellos.
Ante la discusión instalada la diputada socialista, Gisel Mahmud, plantea algunos ejes para “un debate serio e integral” sobre la situación de las fiestas clandestinas y la realidad de las juventudes de la provincia de Santa Fe. “Pensar que las y los jóvenes son el problema en toda esta situación por organizar reuniones o fiestas clandestinas es una simplificación que no contribuye a encontrar soluciones, y que no es acertada, contribuye a seguir estigmatizándonos. No creemos que la solución sea echarle la culpa a las juventudes, eso sería una rápida salida que esconde el problema real que es la falta de organización por parte del Estado y de protocolos con respecto a la nocturnidad.”
“Necesitamos abordar esta problemática desde una perspectiva de reducción de daños, entendiendo que es una realidad que los jóvenes se juntan, de manera clandestina, y eso no contribuye a frenar los índices de contagio que tenemos en nuestra provincia y el país. Sin ningún tipo de control ni cuidado por parte del Estado estamos expuestos a situaciones que ponen en riesgo nuestra seguridad, nuestras vidas y la de los demás.”
“Venimos atravesando 9 meses de pandemia, ¿el Estado tuvo alguna propuesta para las juventudes?, ¿Se les consultó a las y los jóvenes que les está pasando o cómo viven este momento?, ¿No creen que tienen mucho para decir? Muy poco se dice de ellos como los más golpeados por el desempleo, la virtualización de la educación, la brecha digital, la precarización laboral o de las juventudes profesionales que están también haciendo horas y horas de trabajo en los centros de salud, hospitales, en ollas populares, comedores, voluntariados y en muchos otros lugares para enfrentar la pandemia.” argumentó la diputada Mahmud.
“Nos parece contradictorio que nos pidan que nos encerremos y no tengamos espacios de esparcimiento mientras, por ejemplo, los casinos están en funcionamiento. Históricamente el Estado nos desprotegió, nos mandó a la guerra, nos desapareció, ahora nos echa la culpa de la transmisión de un virus, pero jamás se nos cuidó. Hablan de nosotros pero no hablan con nosotros, que somos también quienes venimos advirtiendo hace años en todo el mundo que la crisis climática no da para más mientras los Estados y las autoridades miran para otro lado, y acá estamos empezando a sufrir las consecuencias con esta pandemia.“
Propuestas frente a los eventos clandestinos
Dado el contexto actual la diputada elaboró una serie de propuestas para poder trabajar desde el gobierno de la provincia y los gobiernos locales para revertir esta situación argumentando que: “Necesitamos que el Estado nos escuche y trabaje con nosotros, que tenemos ideas, que no queremos perjudicar a nadie, pero que también vemos con frustración que se habilitan día a día con protocolos actividades, pero a nosotros sólo se nos prohíbe. Es parte del Estado que se haga cargo urgente de la situación. Existen posibilidades para mitigar la posibilidad de contagio masivo que pueden resultar de las fiestas clandestinas, hay experiencias en ciudades de nuestro país y del resto del mundo que pueden servirnos para que en Santa Fe podamos revertir esta situación.”
Mahmud expuso posibles propuestas para atacar la problemática:
1- Mesas de diálogo en cada municipio y comuna con productoras, empresarios y organizadores de eventos para planificar actividades de verano con protocolos y seguridad.
2- Burbujas sociales de hasta 10 personas en espacios abiertos, playas y paradores con protocolos.
3- Autofiestas al aire libre con delimitación del espacio por vehículo para bailar y disfrutar con distancia social.
4 - Recitales al aire libre con demarcación de ingresos y filas de acceso y egreso manteniendo distancia y que cuente con personal destinado a orientar y organizar a los asistentes.
Por último propone volver a poner en funcionamiento el Consejo Provincial de Juventudes en el ámbito del gobierno de la provincia y con participación de todos los actores jóvenes que funcionó durante la gestión del Frente Progresista. “Son las juventudes las que tienen que analizar, decir y encontrar salidas y caminos a lo que nos está pasando, y es urgente terminar con la visión “adultocéntrica” que claramente no tiene la capacidad de dar respuestas” aseguró.
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