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Desde la Municipalidad se concretan acciones -junto a organizaciones sociales, instituciones o clubes en las que participen grupalidades de varones-, tendientes a buscar otras formas de habitar las masculinidades. En ese marco, el eje “Varones que cuidan” se propone acompañar los procesos de aquellos que deciden fortalecer los cuidados tanto individuales como colectivos.
Una de las agrupaciones que se mostró interesada en la iniciativa fue “La Casita de Luján”, un espacio de atención y acompañamiento comunitario, que interviene en el abordaje de consumos problemáticos y situaciones de calle. Con los residentes de esta institución, el municipio acordó generar acciones colectivas, con la intención de promover cuidados.
Entre otras actividades, se organizó la elaboración y distribución de viandas para jóvenes en situación de calle. De este modo, cerca de 15 residentes de “La Casita de Luján”, cocinaron y prepararon más de 150 raciones, acompañados por el equipo de Masculinidades de la Secretaría de Integración y Economía Social municipal. Posteriormente, se organizó y concretó la distribución en distintos puntos de la ciudad, procurando no sólo entregar alimentos, sino también generar un vínculo entre varones.
El subdirector de Coordinación Territorial del municipio, Luciano Villaverde, explicó que “desde que asumimos la gestión de la Dirección de Mujeres y Disidencias teníamos claro que para reducir los niveles de violencia por motivos de géneros, debíamos comenzar a integrar a los varones en la búsqueda de mayor igualdad entre mujeres, varones y disidencias. Es un compromiso que asumimos como gobierno municipal: abrir el juego para que los varones progresivamente sean parte de la transformación de las estructuras de las relaciones de géneros”.
En esa instancia, surgió la idea de “sumar a grupalidades de varones para integrarlas al municipio en un proyecto común que tienda a transformar las prácticas que promueven la opresión y el padecimiento en las relaciones de género”.
Según explicó Villaverde, “culturalmente, los varones estamos exigiendonos dar prueba ante otros varones de nuestra virilidad, y muchas veces nos exponemos a situaciones de riesgo, atentando contra nuestra propia vida y la de los otros, fundamentalmente de mujeres y disidencias”.
En ese sentido, recordó que “las tareas de cuidado están culturalmente asociadas a las mujeres” por lo que “promover la responsabilidad y el cuidado entre varones significa poner en valor otros modos de habitar la masculinidad, distinto a lo que nos impone el modelo machista y patriarcal”. De igual modo, señaló la importancia de integrar también a los varones que atraviesan situaciones de vulnerabilidad, para que sean parte de la política de cuidado e integración social”.
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