Investigador de la UNL integra la lista de expertos de la OMS en micosis

  • Investigador de la UNL integra la lista de expertos de la OMS en micosis

    Se trata de Guillermo García Effron, docente investigador del Laboratorio de Micología y Diagnóstico Molecular de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Esta designación destaca la importancia de su trayectoria en la lucha contra las infecciones fúngicas, un problema mundial de salud pública.

    Guillermo García Effron, docente investigador y director del Laboratorio de Micología y Diagnóstico Molecular, de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FBCB) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) fue seleccionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)  para formar parte del grupo de 19 expertos para participar de la redacción de un informe sobre herramientas diagnósticas en micosis.

    Este grupo está formado por seis especialistas europeos, cuatro de África, tres de Oceanía, tres representantes por EE. UU. y Canadá, un representante de China y dos integrantes de Sudamérica (uno por Colombia y García Effron por Argentina).

    El organismo internacional publicará este informe con la lista de herramientas diagnósticas de micosis prioritarias dirigido a desarrolladores de pruebas y plataformas de diagnóstico, empresas biotecnológicas, académicos, financiadores de investigación, formuladores de políticas, entre otros, para abordar la creciente preocupación por las enfermedades fúngicas invasivas (EFI). 

    "Este informe, centrado en el diagnóstico de EFI, es un gran avance en la lucha contra las enfermedades fúngicas invasivas y la resistencia a los antifúngicos. La inclusión de expertos del mundo resalta la importancia de las colaboraciones internacionales para abordar los desafíos de salud pública más apremiantes de nuestro tiempo", expresó García-Effron.
     
    Preocupación global: el crecimiento de las EFI
    Las EFI, que representan infecciones sistémicas causadas por levaduras u hongos filamentosos, son una preocupación cada vez mayor para la salud pública. Las personas inmunocomprometidas o gravemente enfermas, como pacientes con cáncer, VIH/SIDA, enfermedades pulmonares crónicas, trasplantes y cuidados intensivos, son especialmente vulnerables a ellas.

    Datos recientes estiman que más de 6,5 millones de personas sufren infecciones invasivas por hongos y 3,8 millones de muertes anuales  debido a enfermedades fúngicas severas en el mundo. Estas cifras son más altas de lo previamente estimado, lo que subraya la urgencia de abordar este problema.

    Además, a esta situación apremiante se suma que la resistencia a los antifúngicos está en aumento, de manera similar a la resistencia a los antibacterianos. Por ello, la OMS advierte que la resistencia antimicrobiana (AMR) es una seria amenaza para la salud pública global, especialmente para países de bajos recursos.

    En 2022, la OMS desarrolló la primera lista de patógenos prioritarios fúngicos (WHO FPPL) con el objetivo de dirigir los esfuerzos de investigación y definir las prioridades de inversión. De este mismo modo, el informe que se está redactando tendrá como objetivo dirigir la inversión en el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas de EFI. Este enfoque es crucial, dado que el acceso desigual a la tecnología diagnóstica deja muchas infecciones sin tratamiento, principalmente en países de ingresos bajos y medianos.

    El informe de la OMS
    El organismo internacional destaca la necesidad de diagnósticos tempranos y efectivos para EFI, incluyendo la identificación del patógeno causante y pruebas de sensibilidad a los antifúngicos. Desafortunadamente, el desarrollo de tales diagnósticos ha quedado rezagado detrás de otras áreas, y las brechas en disponibilidad son más pronunciadas en países de bajos recursos.

    Para abordar estas brechas, este grupo de expertos de la OMS está llevando a cabo la revisión de los diagnósticos in vitro (IVDs) para EFI disponibles y en desarrollo, junto con un mapeo del panorama actual e identificación de brechas y necesidades específicas, clasificando el enfoque en países de ingresos bajos, medianos y altos. Se espera que esto sirva de guía  para la investigación y el desarrollo de nuevas herramientas de diagnóstico que mejoren el acceso y reduzcan los costos.