"Somos más populares que Jesús ahora" dijo John Lennon hace 58 años
el 4 de marzo en marzo de 1966, en una entrevista para un periódico londinense. La periodista Maureen Cleave acudió a la casa de John Lennon para hacer una entrevista más. Un retrato de cómo era la vida cotidiana de cada uno de los miembros de The Beatles. Fue en ese momento, sin que nadie lo esperara, cuando Lennon pronunció una frase que puso en peligro la continuidad de la banda.
En los 60, Lennon estaba muy interesado en temas relacionados con la espiritualidad y la religión. Los cuatro de Liverpool tomaban un descanso de su gira internacional, y el músico se había puesto a leer para abrir su mente.
De ese aprendizaje se derivan algunas de las afirmaciones que hizo a Cleave: "El cristianismo desaparecerá". "Tengo razón y se demostrará que tengo razón". "Somos más populares que Jesús ahora". "No sé cuál será el primero: el rock 'n' roll o el cristianismo". "Jesús estaba bien, pero sus discípulos eran groseros y ordinarios".
Comentario infeliz
El 4 de marzo de 1966 se publicó el artículo que contenía estas declaraciones. En ese momento, pasaron sin pena ni gloria por la opinión pública. Cinco meses después, una revista estadounidense recogió la cita y la publicó sin aportar datos para contextualizarla. Ahí sí se armó un gran revuelo, y varios grupos cristianos amenazaron a los Beatles.
Algunas radios dejaron de pinchar su música y se formó un boicot hacia ellos. Esto desembocó, incluso, en la quema de sus discos. La reacción fue haciéndose más seria. Y llegaron a celebrarse manifestaciones con pancartas con el lema "Jesús murió por ti, John Lennon" y "John Lennon es Satanás".
Quedaban solo dos días para que los Beatles comenzaran una importante gira por Estados Unidos y ese boicot estaba completamente descontrolado. El manager, Brian Epstein, intentó que las aguas volvieran a su cauce quitándole hierro a las declaraciones. Pero el miedo al fracaso o a una respuesta agresiva hacia el grupo seguían ahí.
En un intento por aclarar la cita del artículo original, la periodista Cleave intentó explicar cómo había conseguido esos testimonios. "John no estaba comparando a los Beatles con Cristo", dijo ella. "Simplemente estaba considerando lo débil que era el estado del cristianismo, los Beatles eran, para mucha gente, más conocidos".
Aclaratoria desesperada
Desesperado por detener el debate antes de la gira, Epstein preparó una declaración que se envió a todos los principales medios de comunicación de EE. UU. "La cita que John Lennon hizo a una columnista de Londres hace más de tres meses ha sido usada y tergiversada completamente fuera de contexto".
Epstein continuó. "Lo que dijo, y quiso decir, fue que estaba asombrado de que, en los últimos 50 años, la Iglesia de Inglaterra, y por lo tanto Cristo, ha sufrido una disminución en el interés. No pretendía presumir de la fama de los Beatles. Quería señalar que el efecto de los Beatles parecía ser, para él, más inmediato sobre la generación más joven".
Finalmente, la gira se desarrolló según lo planeado. Al llegar a Estados Unidos, la banda había acordado realizar una conferencia de prensa tan pronto como se bajaran del avión para abordar el incidente.
Lennon, de un humor típicamente descarado, abrió su discurso con otra inolvidable cita. "Si hubiera dicho, 'la televisión es más popular que Jesús', ¡podría haberme salido con la mía!", mientras que tres importantes cámaras de noticias apuntaban a él y a sus compañeros de banda.
Disculpa obligada de Lennon
Sin embargo, las quemas continuaron y la tensión seguía en aumento. Así que, finalmente, el equipo de la banda optó por convocar otra rueda de prensa. Esta vez para disculparse, la única manera, creían, de terminar con esa campaña de odio.
John Lennon se sentó frente a 30 periodistas en una suite de hotel y ofreció una disculpa sincera. Sin un discurso escrito previamente preparado, habló claramente a los periodistas y se explicó de la mejor manera que pudo. "No soy anti-Dios, anti-Cristo o anti-religión", dijo.
"No lo estaba atacando. Ni estaba diciendo que somos mejores o más grandes, o comparándonos con Jesucristo como persona o Dios como una cosa o lo que sea. Estaba hablando con un amigo y usé la palabra 'Beatles' como algo remoto, como nos ven otras personas. Dije que tienen más influencia en los niños que cualquier otra cosa, incluido Jesús. Lo dije de esa manera, que fue la manera incorrecta".
"Originalmente se me señaló ese hecho en referencia a Inglaterra, que significamos más para los niños que Jesús o la religión en ese momento. No lo estaba tachando ni dejando de lado", respondió Lennon cuando un periodista le recordó que era probable que los adolescentes repitieran sus palabras.
"No pude soportar más"
"Nunca quise que decir algo antirreligioso. Pido disculpas si eso os hace felices. Todavía no sé muy bien qué he hecho. Intenté explicar lo que hice, pero si quieres que me disculpe, si eso te hace feliz, entonces... Está bien, lo siento ".
Para Lennon, la experiencia fue suficiente para dar por terminada la gira. "No quería volver de gira, especialmente después de haber sido acusado de crucificar a Jesús cuando todo lo que hice fue un comentario frívolo", dijo.
"No pude soportar más". Tanto él como la banda sabían que sus días de gira habían terminado. Y, en un intento por recuperar la diversión de tocar en vivo, decidieron subir a la azotea de Apple Studios. Tocaron un breve set entre amigos para marcar su última presentación pública en vivo.
Ver a Lennon pidiendo perdón apaciguó en gran parte las cosas. Aunque no evitó que en los accesos a los recintos donde actuaban The Beatles apareciesen cientos de manifestantes con carteles."¡Beatles, váyanse a su casa!". Y que en Memphis un petardo que el público confundió con un disparo provocase algunos heridos leves entre el público. Fue demasiado para el grupo.
El fin de The Beatles
El concierto del 29 de agosto de 1966 en Clandlestick Park, San Francisco, fue el último de aquella gira. Fue el último del grupo ante un público que había pagado para verlos.
Había un fundamentalistas cristiano que adoraba a los Beatles. Y comenzó a destrozar sus discos tras las declaraciones de Lennon. Se llamaba Mark David Chapman. Al contrario que el grueso del público, él nunca olvidó esas declaraciones.
El 8 de diciembre de 1980, cerca del portal del edificio Dakota donde el Beatle vivía, Chapman se acercó a Lennon y volvió a sonar algo parecido a un petardo, y lo repitió cinco veces. Pero esta vez eran disparos reales. Ese día, irónicamente, John Lennon se convertiría en el primer mártir del rock.
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