En poco más de un mes de trabajo, la Terminal Verde Municipal obtuvo 16 toneladas de leña y 12 metros cúbicos de chip de leña. Para lograr esta tarea, la planta procesadora que se instaló en Colastiné, recibe diariamente entre 10 y 12 camiones cargados con residuos de poda.
Cabe mencionar que hasta la radicación de la Terminal, ese material se trasladaba hacia el relleno sanitario, lo que implica un viaje de 75 kilómetros entre ida y vuelta, con el gasto de combustible que ello generaba, la emisión de gases y la pérdida de tiempo. También se debe tener en cuenta que este material era enterrado en el relleno sanitario, ocupando volumen y generando un impacto ambiental mayor.
En cuanto a la leña, se destina a asociaciones de la zona que la utilizan como fuente de sustento: en comedores a los cuales asisten y para la venta directa al público, lo cual le da un objetivo social al proceso. En tanto, el chip tiene como destino las plazas y parques de la ciudad, así como también cualquier otro lugar donde se pueda utilizar para el tratamiento del suelo; y, además, se entrega en las jornadas de ecocanje a los vecinos y vecinas de la ciudad que aportan sus reciclables.
El secretario de Ambiente municipal, Edgardo Seguro, indicó que el procedimiento de la planta se suma al circuito “de la economía social, que permite que un residuo que antes iba al relleno sanitario, se convierta en fuente de ingreso de vecinos del propio lugar”. A esto se sumó “el objetivo de reducir el volumen de los residuos de poda para transportarlo, lo cual está logrado”.
Próximamente, la idea es que se trabaje con el material más fino en el compostado del chip. Para ello se realizaron capacitaciones en los viveros municipales, de manera de generar una tierra fértil que va a servir también como fuente de ingreso a la asociación que trabaja en la planta.
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